La Policía Judicial de la Guardia Civil está ultimando el informe sobre la trágica muerte de un niño de cuatro años que se metió en una secadora jugando a escondite y quedó mortalmente atrapado. Uno de los datos revela que la tía, de 17 años, y el pequeño se durmieron juntos en el sofá de la sala, pero la criatura se despertó poco después y trató de darle una sorpresa, saliendo a la terraza y metiéndose en el electrodoméstico. La puerta se cerró y ya no pudo salir.
Este detalle cambio de forma considerable la primera versión que trascendió de los hechos, y que apuntaba a que la familia se había quedado dormida cuando estaba al cargo de él. En realidad, pues, ambos se tumbaron en el sofá y quedaron adormecidos acurrucados. De hecho, la tía estaba muy unida a su sobrino, que también la adoraba a ella.
A lo largo de la mañana, los investigadores se han trasladado al edificio Porto Cristo, en la Avenida s'Olivera, y han reconstruido los dramáticos acontecimientos. También se han entrevistado con los familiares, que están absolutamente destrozados.
El informe final, que estará concluido en los próximos días, será remitido a un juzgado de Palma. La conclusión es que se trató de un desgraciado accidente, y que no hubo ningún tipo de imprudencia o descuido. El caso ha causado una honda conmoción en Magaluf, donde la familia afectada es muy conocida y querida.