Un hombre de 41 años fue detenido este lunes en Palma tras agredir a cuatro agentes de la Policía Local mientras le realizaban un control de alcoholemia. El implicado, arrojó un 0,58 mg/L en la prueba que le realizaron, momentos previos a la agresión. Además, una vez en el coche policial provocó varios desperfectos en el vehículo y rompió un móvil de uno de los agentes.
Durante la tarde del lunes, un agente de la Policía Local dio el alto a un BMW que circulaba a gran velocidad en la calle Rei Martí, cerca de Manuel Azaña. El funcionario, en la acera, vio cómo el conductor del vehículo no controlaba, puesto que pasó muy cerca de los peatones que andaban por su correspondiente lugar. Una vez con el coche parado, se procedió a hacerle la prueba de alcoholemia ya que mostraba síntomas de que podía conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
Tras dar positivo y superar la tasa máxima permitida, los agentes le invitaron a realizar un test de drogas ya que por su actitud chulesca y arisca podría haber consumido alguna sustancia estupefaciente. En un primer momento, el ahora detenido se mostró de acuerdo con la propuesta, pero tras subir al coche cambió de opinión de manera repentina. Una vez allí, le propinó una patada a uno de los agentes en la pierna y rápidamente le inmovilizaron. Tras ponerle las esposas, el individuo empezó a empujar las puertas del vehículo hasta que desencajó una de ellas y, posteriormente, golpeó de nuevo a uno de los policías en la mano y a otro en la cara para intentar salir corriendo. Además, con la cabeza rompió una ventanilla quedando levemente herido.
Acto seguido, uno de los agentes lo arrojó al suelo y procedió a ponerle una cinta para que no se pudiese mover para trasladarlo en ambulancia a un centro hospitalario en el que atenderle de los golpes que se había propinado él mismo. Junto a la unidad de emergencia, fue una patrulla de la Policía Local de Palma para controlar al arrestado.