–¿Qué llevó a Daniel Sancho a matar a Edwin Arrieta?
El forense Borja Moreno, adscrito al Instituto de Medicina Legal (IML) y profesor de la Universitat de les Illes Balears, desgrana tres claves médico legales del caso Daniel Sancho. El cocinero español, de 29 años, llegó a Koh Phangan (Tailandia) el 31 de julio con la idea de practicar muay thai y un día después se encontró con el cirujano colombiano, de 44, siguiendo sus pasos.
El 1 de agosto, a las 12.05, Daniel compró un cuchillo, unos guantes, bolsas de basura, detergente y cuchillos de grandes dimensiones en un supermercado. Las cámaras de seguridad del establecimiento lo grabaron cuando pagaba. El 2 de agosto Daniel recogió a Edwin en el aeropuerto y los dos viajaron en moto por la isla. Es la última imagen que hay de la víctima con vida.
El español asesinó al cirujano colombiano, lo descuartizó en 14 partes y se deshizo del cuerpo. «La motivación del acto delictivo es sexual», asegura el forense Borja Moreno. «Daniel Sancho descuartizó a Edwin Arrieta para deshacerse del cadáver y que no lo identificaran. Tiene conocimientos en cocina y sabe diseccionar un animal». El médico recuerda que lanzó la cabeza y los brazos al mar y la cadera y los miembros inferiores a un vertedero.
–¿Por qué?
«Las vísceras del abdomen y la pelvis pueden flotar. Si las hubiese tirado al mar habrían salido a la superficie. En cambio, cabeza y brazos no van a flotar». El forense también hace hincapié en el corte del pelo de Daniel. «En España hacemos estudios toxicológicos sobre el consumo de drogas a través del pelo. Él tenía el pelo largo y podrían haber sabido cuántas drogas habría consumido en un año o dos. El caso es que el protocolo de la cárcel de Tailandia le ha venido muy bien porque no se sabrá el consumo de drogas. La legislación allí es muy dura en cuanto al consumo de tóxicos».
El carnicero de Campos
«Aquí en Mallorca, en Campos, ocurrió un caso similar» al de Daniel Sancho, recuerda el forense Moreno. El carnicero Marcos Ferragut asesinó de 10 puñaladas a Rafael Miralles, de 22 años, en el domicilio del primero la mañana del 2 de mayo de 2014.
La víctima le había amenazado con publicar los vídeos de carácter sexual que habían grabado la noche antes del crimen. La Audiencia Provincial de Palma condenó a Marcos Ferragut a 16 años y medio de cárcel y después el Supremo rebajó la pena a 13. «Marcos estaba sometido a Rafael, hacía lo que el joven le decía», declaró un perito en el juicio.