Un hombre que abusó de dos mujeres con discapacidad en Inca ha evitado la cárcel tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía, que reclamaba 30 años de prisión. El acusado, que ha consignado 500 euros para las víctimas antes del juicio, ha aceptado este miércoles en la Audiencia de Palma una condena de cuatro años de prisión, pero la pena ha quedado suspendida.
La representante del Ministerio Público ha tenido en cuenta las circunstancias atenuantes muy cualificadas de reparación del daño y de dilaciones indebidas ya que la causa ha estado paralizada desde enero de 2021. El hombre, que deberá indemnizar a cada una de las perjudicadas con 2.000 euros por los daños morales, tendrá que acudir a programas de educación sexual.
Los hechos se remontan al año 2018. El acusado, de 73 años, vivía de okupa junto con otras personas, entre las que se encontraban las dos mujeres, en una finca situada en el Polígono 1 de Inca. Una de ellas tiene una discapacidad reconocida por la Conselleria de Bienestar Social del 76 por ciento y la otra del 66.
El procesado, «aprovechándose de la disminución mental de una de ellas y en contra de su voluntad», la obligó en varias ocasiones a ir al gallinero de la finca donde la forzaba para que le realizara felaciones. La llamaba «puta, loca, atrasada» y le daba patadas y empujones, según el relato del Ministerio Fiscal.
Una de las víctimas, antes del juicio, ha sufrido un ataque de epilepsia al ver al acusado en la entrada de la Audiencia Provincial de Palma y ha tenido que ser atendida por los servicios sanitarios. La representante de la Fiscalía ha llegado a un acuerdo con el abogado de la defensa, Rafael Llompart, y ha rebajado su petición de 30 años a cuatro.