Un exdiputado acusado de abusos sexuales a una alumna de la escuela de adultos de Sóller y a su primo de 12 años ha negado los hechos este martes en el juicio que se celebra en la Sección Primera de la Audiencia de Palma. «Nunca le he tocado dándole palmadas en el trasero», ha asegurado sobre una de las denunciantes. José Ramón Balanzat Torres ha reconocido que mantuvieron numerosas conversaciones de WhatsApp.
«Esta adolescente me contó un drama familiar. Me dijo que su padrastro es un borracho y que su padre se había borrado del mapa, que había sufrido bullying y que no tenía amigos. Mi único objetivo fue intentar que ella se sintiera cómoda, querida y respetada. Me contó que estaba sola, que nadie la quería y la verdad es que lo único que pretendía era hacerla sentir bien y que se sintiera empoderada».
La Fiscalía pide siete años y medio de cárcel para José Ramón Balanzat Torres, diputado por Els Verds Eivissa entre 1995 y 1999 y director general de Cooperación entre 2007 y 2011, por dos delitos de abuso sexual y otro de acoso sexual. El Ministerio Público pide que el acusado, ibicenco de 60 años, indemnice a las dos víctimas con 4.000 y 5.000 euros.
Los hechos habrían ocurrido entre el 1 de octubre y el 16 de noviembre de 2020. Balanzat trabajaba como profesor en la escuela de adultos y durante las clases que se llevaban a cabo en la biblioteca municipal realizó diversos tocamientos a una de sus alumnas, que tenía 17 años. La adolescente, según la versión de la Fiscalía, se sentía incómoda y abandonaba el lugar cada vez que sufría los abusos sexuales. El 13 de noviembre, el profesor pidió a su alumna que saliera del aula y, una vez solos, le tocó el pecho.
En el mismo periodo de tiempo, el hombre profería expresiones hacia la menor como que quería besarla y tocarle todo su cuerpo, así como que quería pagarle para tener relaciones sexuales. El 16 de noviembre, el acusado le pidió que le enseñara el sujetador, pero ella se negó hasta en tres ocasiones. El exdiputado envió numerosos mensajes de WhatsApp a la adolescente dándole cada día los buenos días y las buenas noches. Se dirigía hacia ella como «princesa», «pececito», «bichito» o «ratoncito». El 1 de octubre de 2020, a las 22.56 horas, el acusado le envió un mensaje diciéndole: «Qué suerte tiene tu novio por poder abrazar y besar a una chica preciosa e interesante como tú».
«Quería hacerla sentir importante, querida y respetada», ha comentado en el juicio Balanzat. «No lo suelo hacer con el resto de alumnos porque nunca había tenido a alguien con esta problemática social. No tenía un duro, estaba sola, no tenía amigos y tenía la autoestima baja. Pensé que tenía que conjugar la parte académica con un apoyo que fuera más allá». Dos días después le pidió que le enviara una fotografía: «Envíame una poniéndome cara interesante porque en la foto que has enviado no se nota lo guapa que eres». El hombre ha explicado que este mensaje «era un intento de mejorar su autoestima». El día 11 de ese mes volvió a insistirle: «Sólo tengo fotos tuyas de la cara. Mándame alguna de cuerpo completo».
-¿Cómo podía esto mejorar su autoestima?- ha preguntado el fiscal Gonzalo Sans.
-Bueno, no lo sé, no tenía ningún objetivo en especial. No le pedí que fuera en ropa interior, desnuda ni nada de esto- ha respondido el exdiputado.
-No es una cosa muy normal que un profesor compre objetos para alumnos, amigos o familiares de ellos. ¿Cómo se iba a sentir mejor ella?
-Ella siempre me dijo que su familia no tenía un duro y me pedía que le comprara los móviles. Lo hice para que ella estuviera tranquila y contenta con la condición de que siempre me devolviera el dinero. Y siempre me lo devolvía.
El 12 de noviembre de 2020 volvió a enviarle un mensaje: «Siempre me porto bien contigo, me gustaría ver que tú también te portas bien conmigo». El mismo día, sobre las 22.00 horas, el acusado le dijo: «Por lo menos podrías dejar que te vea en videollamada en plan sexy, me encantaría».
Los mensajes, además de los intentos de acercamiento continuo por parte de Balanzat, produjeron en la víctima gran angustia y perturbación. La adolescente se vio obligada a abandonar las clases de la escuela de adultos por temor a que siguieran ocurriendo. A mediados de octubre, según la Fiscalía, el acusado accedió al aula en la que se encontraba a solas el primo de la chica y le dijo que era muy guapo antes de comenzar a besarle en los labios.