Tres miembros de una misma familia han sido detenidos por la Guardia Civil acusados de un delito contra el derecho de los trabajadores y otro de coacciones. Según los investigadores, los imputados tenían sin papeles a un trabajador senegalés que resultó herido muy grave al volcar su tractor en una finca de Sant Joan y después intentaron que cambiara la versión de los hechos, para no salir perjudicados.
El accidente laboral se produjo el pasado día 16 de abril, poco antes del mediodía, en una finca agrícola del Camí de Son Baró, a unos kilómetros del pueblo. La víctima, de unos 30 años, trabajana sobre un tractor, cuando cayó por un desnivel y quedó aplastado por los hierros. El hombre, malherido, pudo salir y arrastrándose pidió ayuda a unas personas que se encontraban por la zona. Los Bomberos, las ambulancias del 061 y la Guardia Civil acudieron hasta esa propiedad y atendieron al operario, que presentaba lesiones de carácter muy grave en distintas partes del cuerpo.
El inmigrante fue trasladado hasta el hospital de Son Espases, donde fue operado hasta en tres ocasiones, dada la complejidad de sus heridas. A día de hoy no se ha recuperado y los médicos temen que le queden secuelas de por vida. La Guardia Civil abrió ese mismo día una investigación porque todo apuntaba a que se trataba de un accidente laboral y tuvo que esperar a que la víctima estuviera en condiciones de declarar.
Los agentes descubrieron que llevaba al menos tres años trabajando para una familia mallorquina, que le había hecho creer que estaba dado de alta en la Seguridad Social y cotizaba. Sin embargo, no tenía los papeles en regla. Además, a la mujer del herido la conminaron a que cambiaran la versión de los hechos y dijeran que esa mañana el hombre paseaba con sus hijos cuando ocurrió un accidente. La familia, tras declarar en el juzgado, ha quedado en libertad con cargos, pendiente de juicio.
El apunte
La declaración de algunos testigos, clave para que la Policía Judicial aclarara el caso
El accidente laboral de Sant Joan pudo ser esclarecido por la Policía Judicial de la Guardia Civil, entre otras cosas, por las declaraciones de algunos testigos, que aportaron valiosa información sobre las circunstancias en las que trabajaba para la familia mallorquina el inmigrante senegalés. Fuentes de la Comandancia benemérita alertaron ayer de que hay numerosos casos de trabajadores empleados en fincas de Mallorca sin estar dados de alta en la Seguridad Social y recordaron que se trata de un delito muy serio.