La Policía británica ha dejado en libertad sin cargos a los cuatro hombres detenidos tras el ataque frente a un hospital de Liverpool, por lo que por ahora el único sospechoso es Emad Al Swealmeen, que falleció supuestamente tras detonar una artefacto casero en el interior de un taxi. Al Swealmeen, de 32 años y origen sirio, había pedido asilo sin éxito en Reino Unido, si bien las autoridades han evitado especular públicamente sobre los motivos que le habrían llevado a cometer lo que ya se cataloga formalmente como un «incidente terrorista». Entre el domingo y el lunes, las fuerzas de seguridad detuvieron a cuatro hombres de entre 20 y 29 años por su presunta relación con los hechos, pero finalmente han quedado en libertad sin que pese cargo alguno sobre ellos. Las autoridades se centran ahora en investigar la vivienda donde vivía alquilado Al Swealmeen y donde, según la Policía, se han encontrado «importantes pruebas».
En esta dirección fue donde le recogió el taxi que, conducido por David Perry, terminó explotando a la entrada del hospital. Los investigadores han alabado la labor de Perry, que resultó herido tras abandonar precipitadamente el vehículo y cerrar las puertas antes de que se produjera la deflagración. El secretario de Estado de Seguridad, Damian Hinds, no descarta que puedan encontrarse vinculaciones con otras personas conforme avanzan las pesquisas. En este sentido, ha afirmado que aunque se hable de «lobos solitarios», las personas «no suelen estar solas porque hablan con otras y cosas así», según la BBC.
Hinds ha pedido «tiempo y espacio» para que la Policía pueda seguir haciendo su trabajo, en línea con los mensajes transmitidos por otros altos cargos como el primer ministro, Boris Johnson.
Ayuda a una pareja
Las investigaciones han llevado hasta un matrimonio, Elizabeth y Malcolm Hitchcott, que compartieron vivienda con el supuesto terrorista después de su conversión al cristianismo. El marido ha descrito a Al Swealmeen como «un buen tipo», si bien sí ha reconocido en entrevistas a medios estuvo bajo vigilancia por posibles problemas mentales a raíz de un incidente con un cuchillo. A raíz del incidente de Liverpool, Johnson reunió el lunes a los principales mandos de seguridad y el Gobierno elevó el nivel de alerta antiterrorista, de tal forma que ve «muy probable» que puedan producirse nuevos atentados. Aún está reciente el asesinato del diputado 'tory' David Amess.