Juan Fernández, hermano mayor y portavoz del clan gitano de Cala Rajada, concede una entrevista para este periódico con la intención de dar a conocer su versión del enfrentamiento que tuvieron con la Policía Local de Capdepera el pasado Viernes Santo. Dos de los implicados fueron detenidos y puestos a disposición judicial.
¿Está la situación algo más tranquila?
— Nosotros no queremos que esta situación llegue a más. Queremos pedir disculpas a los agentes agredidos de la Policía Local y al pueblo de Capdepera por todo lo ocurrido. Hay que pasar página e intentar olvidar esta pesadilla.
¿Qué les pareció la repercusión mediática de la agresión a los policías?
— Nos parece que tampoco fue para tanto, pero la prensa ha montado un buen follón con todo esto. Es muy sencillo de entender esta historia. Mis hermanos iban borrachos porque habían estado todo el día de fiesta y pasó lo que no tenía que pasar. La situación se nos fue de las manos.
Al final, la culpa será de los periodistas, ¿no?
— No quiero decir eso exactamente, pero no es normal que el vídeo saliera hasta en los telediarios de toda España.
¿Le parecen normales las imágenes de sus hermanos pegando a la policía?
— Las imágenes son una vergüenza y estamos avergonzados. No volverá a ocurrir nunca más. Nos comprometemos con el dueño del hotel y sus hijas a no meternos con ellos y tampoco con la policía.
¿Qué le parece la actuación del alcalde de Capdepera, Rafel Fernández?
— El alcalde se está pasando con nosotros. Todo el mundo habla bien de nosotros en el pueblo y nos quieren.
Perdone. A nosotros, como mínimo, nos han llegado más de 20 quejas de vecinos contra su clan.
— Bueno. Yo me refiero a todos nuestros vecinos del bloque donde vivimos porque los que están en el edificio de delante nuestro son unos racistas. Te puedo entregar firmas de gente que nos quiere y dice que somos buena gente.
¿Son ustedes confidentes de la Guardia Civil?
— Incierto total. En los últimos días se están diciendo muchas mentiras sobre este tema.
¿Son conscientes que todo el pueblo y algunos integrantes de su propia familia lo dicen?
— El problema es que el alcalde quería información sobre la investigación y la Guardia Civil, gracias a nuestro abogado, no le facilitó esos datos y se enfadó. Nosotros no somos confidentes, pero apoyamos a la autoridad. Somos hijos del pueblo.
¿Son ustedes problemáticos?
— Para nada. Nuestros niños chillan y lloran como todos, pero nos quiere todo el pueblo. Somos gente muy querida y apreciada. Mis hermanos llevan jugando a fútbol más de diez años y hasta el alcalde dio trabajo a mi familia en el Ayuntamiento.
¿Cómo están sus hermanos?
— No queremos conflictos por eso a uno lo hemos enviado a Palma. El otro está viviendo ahora en una casa a las afueras del pueblo. Es más, para evitar problemas hemos decidido no salir ni al balcón de mi casa.
¿Estuvieron integrantes de su clan implicados en un atropello a un vecino de Cala Rajada que les plantó cara?
— Incierto.
¿Estuvieron integrantes de su clan implicados en una agresión sexual grupal?
— Yo no puedo responder por todos los integrantes del clan. Mi familia, hermanos, padres, etc, no han estado implicados en nada de esto. Totalmente incierto.
¿Qué tal la relación con la Guardia Civil y la Policía Local?
— La Guardia Civil es muy buena y se han portado muy bien. Con algunos policías locales hemos hablado y la relación es buena. Repito, pedimos perdón y esto no volverá a suceder.
¿Son ustedes un clan que se dedica a la venta de droga?
— Le puedo asegurar que en la zona donde vivimos de Cala Rajada no se vende ni un gramo de droga. Es más, no hay actuaciones de la Guardia Civil ni tampoco de la Policía Local. Quiero que quede muy claro, nosotros no vendemos droga y nunca lo hemos hecho.
Los vecinos del clan llevan años atemorizados
Más de una veintena de vecinos de la zona de Cala Rajada se han puesto en contacto con este periódico relatando que «llevamos años y años atemorizados. Quien se enfrenta a ellos tiene problemas serios», comentaba una de las denunciantes. La Policía Local de Capdepera sostiene que se trata de un clan muy conflictivo que genera muchos problemas de convivencia.