Tensión máxima en Cala Rajada. Los integrantes del conflictivo clan gitano que el pasado Viernes Santo agredieron a dos policías locales de Capdepera han destrozado el coche de uno de los empleados del hotel y realizado pintadas y otros daños en el complejo hotelero. Desde que se produjeron los primeros altercados, la actitud desafiante y amenazadora de los integrantes de esta conflictiva familia va en aumento. Desde los balcones se dedican a insultar y las amenazas de muerte son constantes.
Según fuentes policiales, los acusados mantienen en vilo a los vecinos y los enfrentamientos son constantes. «Tenemos una patrulla las 24 horas en el lugar porque los residentes y trabajadores del hotel viven atemorizados. Los clanes de la droga llevan años campando a sus anchas», comentan los representantes policiales.
Por otra parte, el alcalde de la localidad, Rafel Fernández, ya ha puesto el caso en manos del prestigioso abogado Jaime Campaner para que asuma la representación jurídica del Ajuntament de Capdepera como acusación particular contra los agresores de los policías.
Del mismo modo, el primer edil lleva días en contacto con el teniente de la Guardia Civil de Artà, el capitán de la compañía de Manacor y con la delegada del Gobierno, Aina Calvo. A todos ellos les está exigiendo mayor celeridad en las actuaciones, más presencia del instituto armado en la zona y una actuación contundente contra el tráfico de drogas en Cala Rajada.