«No es normal que peguen a dos policías locales de Capdepera y la Guardia Civil nos ordene que le entreguemos las diligencias para que después ellos, en lugar de actuar, negocien con el clan gitano el cuándo y el cómo se tienen que entregar. A partir de este momento, rompemos todo tipo de acuerdo con la Guardia Civil hasta que se convoque una Junta de Seguridad y la delegada del Gobierno nos explique esta forma de actuar tan 'extraña' por parte de la Benemérita». Así de claro y rotundo se ha mostrado Rafel Fernández, alcalde de Capdepera, en una multitudinaria rueda de prensa celebrada este martes en el salón de actos Cap Vermell de Cala Rajada.
El primer edil, escoltado por toda la plantilla de la Policía Local de Capdepera, el jefe de la policía y la regidora de área, explicó que se limitará a cumplir «los mínimos de colaboración establecidos por la Ley en materia de colaboración con el instituto armado».
Por otra parte, la regidora de Policía Local, Carmen Corraliza, manifestó sentirse muy «enfadada y decepcionada» con el teniente de la Guardia Civil de Artà porque éste le dijo que no le iba a facilitar ninguna información sobre las actuaciones que se realizarían en relación al grave altercado.
«Vamos a tomar medidas operativas y tácticas para velar por la seguridad del municipio y vigilar al conflictivo clan y todas las actividades ilícitas que realicen. Nosotros tratamos a todo el mundo por igual. Deseamos que la Guardia Civil también trate a todo el mundo por igual (en relación a payos y gitanos), cosa que ponemos en duda que lo hayan hecho. Hay muchos rumores sobre que los integrantes del clan gitano detenidos sean confidentes y no quiero entrar en valoraciones, pero la forma de proceder de la Benemérita no los deja muy bien», concluye Fernández.
Finalmente, desde el Ajuntament dejan muy claro que no retomarán las negociaciones o la relación con la Delegación del Gobierno o Guardia Civil hasta que la delegada, Aina Calvo, emita un comunicado o explique la polémica forma de proceder en este caso.