Una mujer ha sido condenada a 80 días de trabajos en beneficio de la comunidad por quemar a su hijo de 9 años de edad con un cigarro en su domicilio de Llucmajor en 2019. La acusada indemnizará al padre del menor, representado por la abogada Belén Porcel, con 3.000 euros por los daños morales ocasionados. Además, no podrá acercarse a la víctima a menos de 300 metros durante un plazo de dos años.
La jueza considera probado que los hechos se produjeron la tarde-noche del 23 de octubre del año pasado en la casa en la que convivían. El niño explicó a su madre que había dado un fuerte pelotazo a un juguete de su hermano pequeño. La mujer, que se encontraba fumando un cigarro, se enfadó y le quemó en la parte izquierda del abdomen.
El menor sufrió una quemadura que precisó de una primera asistencia médica y posterior seguimiento del tratamiento en curas. El 4 de diciembre, un juzgado prohibió a la mujer comunicarse y aproximarse a una distancia inferior a 300 metros de su hijo.
La acusada declaró en el juicio, celebrado el pasado septiembre, que el menor estaba apoyado en la encimera de la cocina y se quemó con una barra de pan que se le cayó encima. La jueza no da credibilidad a esta versión después de que el forense manifestara que es «imposible» que el niño se causara la quemadura con el borde de una barra de pan ya que la lesión tendría otra morfología. El fallo concluye que la madre «estaba agobiada por el hecho de haber aumentado la familia con un niño de un año, lo cual puede explicar que perdiera los nervios, aunque no es disculpa, y quemara al menor».