La Policía de Viena ha sancionado a un ciudadano austriaco con una multa de 500 euros o cinco días de prisión por soltar a propósito «una ventosidad» durante un control policial ocurrido el pasado 5 de junio.
Según señala AFP, el cuerpo policial emitió esta sanción debido al carácter «deliberado» del gesto. «Naturalmente, nadie es acusado si se le 'escapa' [una flatulencia] por accidente [...]», escribió la policía en las redes sociales, al ver el revuelo que se había montado cuando el sancionado contó su historia al portal de información Ö24.
Sin embargo, esa no es la cuestión, sino que, en este caso, el hombre, después de haberse mostrado «provocador y poco cooperativo», procedió a realizar el feo gesto.
La policía, que recuerda que la sanción puede ser impugnada por vía legal, relató así los hechos: «Cuando los agentes le pidieron su identificación, se levantó del banco donde estaba sentado, miró a los agentes y, de forma totalmente deliberada emitió una masiva ventosidad delante de ellos».