El juez Manuel Penalva y el fiscal Miguel Ángel Subirán no entregarán sus móviles al Tribunal Superior de Justicia. Su letrado ha enviado un escrito al magistrado que les investiga por posibles delitos en la instrucción del ‘caso Cursach' en el que rechaza acceder al requerimiento que se les hizo el pasado lunes.
El documento señala que Penalva y Subirán «no tienen inconveniente en la aportación de los móviles» pero, sin embargo, dice que no lo harán por decisión de su abogado, Javier Barinaga. Este expone tres puntos para oponerse a la entrega. El primero es que los dos han cambiado de terminales, «luego nula aportación implicarían a la causa». Además, señala que contienen «cuestiones absolutamente privadas» y otras que se refieren a conversaciones entre los dos investigados y su abogado, «las cuales no pueden quedar a merced de terceras personas».
El tercer argumento es que desconfían de la Policía Nacional: «Esta parte viene sosteniendo el incorrecto proceder de los instructores policiales y la entrega a ellos no se considera correcta».
El requerimiento fue realizado el lunes mediante una providencia después de que el juez aceptara la petición de aportación de esta prueba formulada por las acusaciones particulares. Con los teléfonos, el instructor pretendía aclarar el autor de todas las expresiones que constan en el grupo de WhatsApp en el que participaban Penalva y Subirán con los policías del Grupo de Blanqueo, que es la base de la investigación. La mayoría de mensajes está claro de quién provienen, sin embargo, como los nombres de Penalva y Subirán no aparecen, hay un número menor de comentarios que pueden ser de uno u otro.
Su abogado protesta porque se amplíen las investigaciones
El escrito de la defensa de Penalva y Subirán considera que las testificales admitidas por el TSJB suponen una «ampliación indebida» del objeto de la investigación y pide que esa situación sea aclarada «antes de aportar nada».
La defensa intenta acotar el caso sólo a cuatro delitos las pesquisas.