El sospechoso de la desaparición de Marta Calvo, la joven de 25 años de la que no se tienen noticias desde el pasado 7 de noviembre, pasará este viernes a disposición del Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, según han informado fuentes cercanas a la investigación.
Jorge Ignacio P.J., de 38 años, se entregó este miércoles de madrugada en el cuartel de la Guardia Civil de Carcaixent, localidad cercana a Manuel (Valencia), donde tenía una casa alquilada en la que había quedado a través de internet con la joven, que mandó a su madre su ubicación por WhatsApp.
Desde dos días después, el 9 de noviembre, la chica figura como desaparecida. Las tareas de búsqueda, con participación de hasta 150 efectivos de distintos servicios de la Guardia Civil y de la Unidad Militar de Emergencias, se extendieron también a l'Olleria, donde el sospechoso también vivió en otra casa de alquiler.
Según las mismas fuentes, la Guardia Civil ni ha realizado ni tiene previsto trasladar al sospechoso a Manuel para llevar a cabo una reconstrucción de los hechos, un trámite que requiere presencia judicial.
En una primera declaración, el principal sospechoso de lo que se investiga como una muerte violenta confesó ante los agentes que había «desmembrado» el cuerpo de la joven y lo había arrojado a varios contenedores.
La Delegación del Gobierno en la Comunitat Valenciana mantiene como principal hipótesis que la joven sufrió una «agresión física» que «podría haber conllevado su muerte violenta», según informó el delegado, Juan Carlos Fulgencio, en una rueda de prensa convocada de urgencia este miércoles.