Ana Julia Quezada, única acusada por el asesinato del niño Gabriel Cruz, permaneció unas tres horas en la finca de Rodalquilar, en Níjar (Almería) en la que mató al pequeño el 27 de febrero del año pasado, según los datos telefónicos recopilados por la Guardia Civil durante la investigación del caso.
Así lo han manifestado dos agentes de este cuerpo, entre ellos un capitán que participó en el caso de Diana Quer, que han indicado que se solicitaron todos los datos asociados al número y terminal de la acusada, de los que salieron unas tablas con todas las llamadas entrantes, salientes, SMS y la antena telefónica a la que estuvo conectado el dispositivo.
Ha señalado que tras realizar una aproximación matemática de las zonas de conexión, se hizo un estudio sobre el terreno con 36 terminales similares a los de la acusada, con muestras reales sobre el terreno para averiguar por dónde pasó «con más fidelidad» el día en el que se cometió el crimen.
Han precisado que por la mañana estuvo en Campohermoso, Níjar, y que de allí fue sobre las dos de la tarde a la casa de Las Hortichuelas Bajas, también en Níjar, de la abuela de Gabriel, donde la última conexión a su teléfono tuvo lugar sobre las 15:46:45 horas.
La siguiente conexión ya fue en Rodalquilar, a unos diez minutos de su punto de partida, donde a las 18:55:48 horas recibió una llamada del padre de Gabriel, que era su pareja en ese momento.
Han subrayado que durante una hora exacta desde que abandonó Las Hortichuelas Bajas no hubo ninguna comunicación por parte del teléfono, pero que ésta pudo ser simplemente una comprobación de la propia red telefónica.
De esta forma, la acusada estuvo una hora y 52 minutos sin «usar el teléfono para nada», ya fuese para llamar, mirar un correo o mandar un mensaje de WhatsApp.
El terminal volvió a tener actividad a las 17:39:06 horas, aunque «no se puede saber de qué tipo al no estar intervenido», por lo que pudo ser algún tipo de reacción pasiva por parte de alguna aplicación que recibiese una notificación, por ejemplo.
Ya a las 19:04 horas cambia la cobertura de la antena que hasta ese momento la ubicaba en la finca, de forma que la acusada habría pasado en ese momento por Rodalquilar, donde minutos más tarde fue grabada por una cámara.
Otros dos agentes, que realizaron la inspección ocular del vehículo, han explicado cómo se encontraba el cuerpo del niño en el maletero y que dentro del automóvil se encontraron diferentes objetos como un pañuelo de papel usado, unos guantes negros, un cubo de fregona y una mochila con varios juegos de llaves así como la parte superior de una llave partida.
También había una pequeña bolsa de farmacia con diversos medicamentos, en «blisters» en los que faltaban comprimidos y una receta de prescripción de ansiolíticos, además de un bote de plástico de café.
Dos agentes que llevaron a cabo la inspección ocular de la finca de Rodalquilar han realizado repaso de su actividad con el apoyo de un reportaje fotográfico, indicando que encontraron un martillo en la parte contraria a la alberca junto a la que fue enterrado Gabriel, precisando que esta oquedad tenía unas dimensiones de 60x40x10 centímetros», y que un hacha fue localizada apoyada en un muro de hormigón, por el lado que da a la finca contigua.
También han apuntado que se encontró una pequeña mancha de sangre en el marco de aluminio de la puerta que daba de la casa al jardín, y un resto biológico en un interruptor.