«Me impactó ver a cientos de personas en las calles presenciando cómo ardía la cubierta de la catedral. El fuego en la catedral se propagó muy rápido y sorprendió a todo el mundo». Así lo explica Joan Pol, exdirector general de emergencias del Govern balear y experto en incendios y catástrofes que vivió de cerca el incendio en la Catedral de Notre Dame, en París. «Yo estaba en una reunión de trabajo junto a bomberos de París en el momento de declararse el incendio. Nos cogió a escasos 300 metros del lugar y todo sucedió muy rápido. El fuego se propagó con rapidez por la cubierta (madera) y quedó todo colapsado».
«Los bomberos nos han comentado que debido a la rapidez de propagación del fuego fue imposible activar el protocolo de evacuación de obras de arte. Es decir, no se se pudo ejecutar el mismo y con casi total seguridad se habrán perdido una gran cantidad de obras de arte», concluye.
La mallorquina Leticia Sans, que trabaja en París, vivió de cerca el incendio. «Estoy alucinada. ¡Es uno de los monumentos más emblemáticos, lleno de historia y está desapareciendo! Todo el mundo estaba en silencio, grabando y haciendo fotos. Había grupos de gente entonando cantos católicos», explica la joven palmesana.