La Policía Nacional ha informado a la autoridad judicial de que los agentes que se encontraban este lunes en el desalojo de los inquilinos de una vivienda en el número seis de la calle Onofre Jaume, en Can Capes, sufrieron «empujones, patadas y golpes en la cabeza». En un comunicado, denuncian que incluso alguno de los congregados mordió a uno de los policías en la mano, mientras les insultaban.
Cabe recordar que Stop Desahucios Mallorca denunció por su parte este lunes cargas policiales contra algunos de los manifestantes que allí se congregaban.
En la nota, la policía explica que este lunes se estableció un dispositivo en torno a dicha vivienda, donde una comisión judicial iba a proceder al lanzamiento de los inquilinos. Así, apuntan que en principio no se preveían incidentes, ya que ante un aplazamiento anterior se había acordado que los inquilinos abandonarían voluntariamente la vivienda en fecha 18 de febrero de 2018. Ante esto, acudieron al lugar una dotación policial integrada por tres agentes, al objeto de prestar apoyo y seguridad a la comisión judicial.
Según la versión policial, una vez allí la plataforma anti desahucios les informó que iban a intentar a paralizar el lanzamiento. Y añaden que, «como consecuencia, el representante de la plataforma se dirigió a los congregados incitándoles a parar el desahucio y a medida que iba pasando el tiempo se fueron sumando más personas en actitud hostil».
La situación motivó que se requisiesen dos unidad más de apoyo, «para garantizar la seguridad de la comisión y evitar altercados. Al unísono tres agentes subieron al inmueble acompañando a la comisión judicial, al objeto de llevar a cabo el requerimiento judicial, encontrando la puerta cerrada y una barricada por el interior, teniendo que utilizar los medios idóneos, para proceder a la entrada y llevar a cabo el lanzamiento».
Fuera del edificio, afirman, se concentran alrededor de 50 personas que intentaban acceder al edificio, «haciendo uso de la fuerza, por lo que los agentes se vieron sobrepasados». Los agentes, aseguran en el comunicado, se vieron «obligados a impedir la entrada en el inmueble llevando a cabo una acción policial, para conseguir que los congregados retrocedieran, restableciendo un perímetro de seguridad». En ese momento, sostienen que las personas que se encontraban allí comenzaron a lanzarles objetos, por lo que tuvieron que protegerse con cascos.
Una vez finalizado el dispositivo, concluyen, se acompañó a la comisión judicial a sus vehículos para evitar que pudieran ser agredidos. Como resultado del incidente, tres policías resultaron lesionados, con carácter leve, y un equipo de transmisiones fue destrozado.