Bernardo Montoya, asesino confeso de Laura Luelmo, ha cambiado esta semana su versión y ha acusado a una exnovia suya del crimen. El motivo de este cambio de versión se podría deber a una venganza personal hacia su exnovia, pero también con volver a obtener el favor de su familia, recoge Tuotrodiario.
Por lo visto, sus familiares le habrían dado la espalda tras reconocerse como autor del crimen y, con la nueva declaración «han vuelto a apoyarle y tendrían intención de pagarle un abogado».
Montoya contó la nueva versión de los hechos a través de una carta a un funcionario del centro penitenciario donde cumple prisión preventiva. Según esta versión, Josefa, movida por los celos, «le propinó a Laura un golpe en la cabeza» con un martillo. Pero, tal y como se informó este martes, esta historia no encaja con lo que vieron los vecinos de la zona ni con los datos que ha aportado la autopsia.