La delegada del Gobierno, Rosario Sánchez, recibió este viernes a la familia de Paula Fornés, la adolescente atropellada mortalmente en sa Ràpita por una conductora que iba bebida. El padrino y la tía de la menor le pidieron que las policías locales de los pueblos controlen de forma periódica a los conductores reincidentes en accidentes bajo los efectos del alcohol: «Se salvarían muchas vidas», sostienen.
José Fernández y Aina Rodríguez llegaron a la delegación a la una y media y su encuentro se prolongó hasta pasadas las tres de la tarde. «Salimos satisfechos porque la delegada nos ha escuchado y ha mostrado interés en colaborar con nuestra causa», contaron a Ultima Hora.
«Le hemos propuesto una batería de medidas para parar esta sangría de jóvenes muertos en nuestras carreteras por culpa del alcohol», explicó José Fernández, que añadió: «Una de estas posibilidades es que los coches incorporen un sistema en el volante que detecta si el conductor ha bebido. Si supera el límite permitido por la ley, se bloquea y no se puede encender el motor. Es un sistema que ya funciona en algunos estado de EE.UU».
Pero la propuesta principal que la familia de Paula Fornés hizo es que los conductores que tienen antecedentes por accidentes anteriores bajos los efectos de bebidas alcohólicas sean controlados de forma periódica por las policías locales de cada municipio. «En Palma será más complicado, porque hay una población muy elevada, pero en pueblos como sa Ràpita la policía sabe perfectamente quién está fichado por alcoholemias y sigue poniéndose al volante aunque haya bebido», argumentó José Fernández. La delegada del Gobierno, por su parte, se comprometió a trasladar esta propuesta a las Juntas de Seguridad que se celebran en los pueblos. «En este sentido, me he ofrecido para contar nuestra terrible experiencia en estas juntas», concluyó el padrino de Paula Fornés.