La Policía alemana elevó a diez el número de heridos en el ataque llevado a cabo este viernes por un individuo en un autobús de pasajeros en la ciudad de Lübeck (norte de Alemania), acción que, en principio, no parece tener un trasfondo terrorista.
«La identidad del atacante está aclarada. Es un hombre de 34 años de nacionalidad alemana y residencia en Lübeck», indicaron fuentes policiales de esa ciudad alemana en su cuenta en Twitter.
En el mensaje se añade que no hay indicios de una «radicalización política» en el atacante, de origen iraní, ni tampoco de un trasfondo terrorista.
Posteriormente, en una comparecencia ante los medios, la portavoz de la Fiscalia, Ulla Hingst, indicó que el ataque se produjo con un cuchillo con una hoja de 13 centímetros.
El agresor es un hombre nacido en Irán, pero desde hace tiempo establecido en Alemania, cuya nacionalidad había adquirido y en el que no se había apreciado ningún indicio de radicalización.
El ataque se produjo sobre las 13.30 hora local -las 11.30 GMT- y la Fiscalía había pedido reiteradamente comprensión y paciencia, frente a las múltiples especulaciones que circulaban en los medios, hasta poder comprobar con total seguridad la identidad del agresor.
El tráfico rodado quedó restablecido a media tarde en la zona, después de que durante horas quedase cortado en un amplio radio de seguridad, mientras se seguía investigando el contenido de una mochila que quedó abandonada en el autobús y que contenía acelerador de ignición, pero no material explosivo.
Según informaciones de testigos presenciales recogidos por NTV, el ataque se produjo cuando el autobús estaba repleto de pasajeros que se dirigían a la localidad vecina de Travemünde, donde este viernes comienzan unas populares fiestas locales.
El conductor del vehículo abrió rápidamente las puertas en cuanto se produjo la agresión para dejar que los pasajeros se pusieran a salvo.
Algunos pasajeros habían afirmado que de la mochila surgía alguna sustancia o humo, cuestión que investigaron los equipos de artificieros.
Unos agentes policiales que se encontraban en la zona procedieron a detener poco después al agresor, al que había logrado reducir un grupo de pasajeros.
Inicialmente algunos medios locales habían hablado de hasta doce heridos, dos de ellos graves, así como un muerto, algo posteriormente desmentido por las fuentes policiales.