Carlos Fernández Guerra (Madrid, 1974) es el responsable de la estrategia digital y medios sociales de la compañía eléctrica Iberdrola desde 2015, aunque su actividad profesional en este campo empezó en la Policía Nacional, a la que hizo líder mundial en seguidores, actividad policial y participación social. Ha estado en los departamentos de comunicación digital de grandes compañías, como Renfe, Adif o Leroy Merlin. Es uno de los ponentes del Social Media Camp que se celebra en el Palacio de Congresos de Palma del 4 al 8 de junio.
¿Cuándo decidió dedicarse profesionalmente al mundo de la redes sociales?
?Bueno, para ser realista, me eligieron ellas a mí. Como al resto de los profesionales de la comunicación y marketing. O te adaptas a la realidad digital o mueres. Pero yo creo que lo hice muy temprano. En 2007 di los primeros pasos y ya me quedé digital, aunque los complemente con el resto de canales.
¿Necesitaba la Policía Nacional una modernización en esta materia?
?La Policía Nacional la necesitaba y la necesita, como todos. Ahora somos conscientes de que debemos hacer una constante adaptación a los escenarios y oportunidades digitales y a los retos que supone el uso de las nuevas tecnologías por las audiencias (en este caso, los ciudadanos).
¿Le costó mucho dejar la Policía Nacional para fichar por una empresa privada?
?Sí, claro. Una institución con una labor increíble, con gente fantástica, llena de connotaciones positivas, aprendizajes y vivencias inolvidables, Y más, un proyecto como la Policía 2.0, que había creado y al que dediqué las mañanas, tardes, noches y madrugadas de los 365 días del año, durante 6 años y medio
Siendo el community manager de la Policía Nacional suponemos que habrá visto de todo. ¿Qué es lo qué mas le impactó?
?La solidaridad de la gente, que me demostraron tantas veces en las redes, la generosidad de los agentes en algunas acciones de heroísmo dignas de una película... o algunos casos que pudimos contar su resolución con criminales capaces de fechorías horribles.
¿Las redes tienen mucho peligro?
?Las redes sociales, Internet y los móviles son como los coches: si se usan mal, sin cumplir las normas y pautas de seguridad o con poca prudencia, acabas corriendo riesgos. Ya sea de privacidad, seguridad, reputacional...
¿Pueden los niños navegar por internet de forma segura?
?La seguridad absoluta es muy difícil de conseguir y sería a cambio de muchas renuncias. Pero sí se puede conseguir que, con herramientas técnicas muy sencillas (como los filtros parentales), el acompañamiento constante al menor (y un control que se irá suavizando de forma paulatina, según se vaya haciendo mayor y aprenda a usar el móvil e Internet de forma segura) y establecer entre padres e hijos unas normas a cumplir en el uso de las tecnologías. Hace 3 años creamos desde @policia un contrato para que lo pudieran usar las familias españolas que gustó mucho en el mundo educativo y que creo que sigue teniendo utilidad y sentido.
¿Debería estar prohibido el anonimato en las redes sociales?
?Depende de para qué. Yo creo que eso lo debería exigir cada plataforma, no el Estado, y así alguna habría evitado convertirse en el nicho de acoso, odio y correa de transmisión de bulos y las que ahora llaman fake news. Pero lo que es seguro es que la audiencia deberíamos saber ignorar o dudar mucho de la credibilidad de determinados perfiles y saber despreciar o bloquear a los ciberacosadores que se amparan en el anonimato.
En internet. ¿Vale todo?
?No, ni mucho menos. Pero está claro que es un entorno mucho más difícil de controlar que el offline. Y el problema es que la Justicia, las instituciones y el establishment son siempre reacios al cambio y no reaccionan con la agilidad que exige el mundo digital. Y ocurren cosas tan sorprendentes como que ?descubren? las fake news cuando, contra pronóstico, ganan Trump y el Brexit, no antes. Como decía anteriormente, el anonimato es el paraíso de los ciberacosadores.
Cuéntenos un secreto para hacer que un tuit o un post en Facebook se convierta en viral.
?Que sea realmente interesante para la audiencia, que sea útil o, lo más difícil, que impacte en nuestro corazón: que emocione, atraiga, sorprenda, indigne, cohesione... Si vas a difundir una información plana o previsible, quizás sea mejor no darla o no cabrearte porque te ignoren.
Recuerda los tuits más simpáticos y virales de su etapa al frente de las redes del CNP.
?Eran muy estresante, pensarlos para atraer a la gente más joven poco a poco... pero a los internautas les encantaba, tanto esos tuits como las respuestas de la gente, con el mismo sentido del humor o más. Pero el del Breaking Bad, el de Bailando o el de celebración con solo onomatopeyas del millón de seguidores arrasaron.
¿Qué hace falta para ser un buen influencer o youtuber?
?Saber conectar con la gente, ser auténtico, tratar temas que atraigan a la gente, ser ingenioso y diferenciarse de los demás... y ser ingenioso, con un contenido muy bueno y trabajo largoplacista. Muchos mayores y chavales creen que el éxito en las redes es fácil y sencillo y la realidad es muy distinta. Conseguir la atención de la audiencia es muy difícil. Su fidelidad, aún más. Y su cariño o que te compren el mensaje o el producto, ya, la leche.
¿Cómo debe actuar un social media ante una crisis o una noticia negativa de su empresa?
?En primer lugar, detectarla con rapidez y valorar sus riesgos y daños, sin sobredimensionarlos ni ningunearlos. Luego, tratar de reaccionar con agilidad, inteligencia y evitando una mentira u ofender a una persona o colectivo. En las crisis de comunicación, algunas decisiones hacen cierto lo de «peor el remedio que la enfermedad». Dejar las emociones, filias y fobias al margen y, si es posible, seguir el criterio y gestión de los profesionales de la comunicación.