La periodista Margarita Albertí escribió una segunda novela, Hasta que llegue la victoria. Envió la obra a varias editoriales en 2014. Un joven que conducía drogado la tarde del 18 de julio de aquel año la atropelló y mató cuando practicaba footing frente al colegio San Cayetano de Palma. El conductor iba a 107 kilómetros por hora en un tramo con la velocidad limitada a 40.
Isabel González, amiga de la infancia de la víctima, se encargó de enviar el libro a editoriales tras el fallecimiento de Marga hasta que dio con Afronta, un sello de Burgos. Familiares y amigos de la periodista presentaron este viernes por la tarde su novela póstuma en Maniacs Café. Cerca de medio centenar de personas acudieron al acto, el mejor homenaje para Marga, un sueño cumplido.
«Marga era muy reservada. Siempre estaba escribiendo, era una apasionada de la lectura, la escritura y el deporte. Se levantaba a las cinco de la mañana para leer y escribir antes de ir a trabajar», explica su hermana Gracia. «Le decíamos que estaba loca, pero era lo que más le gustaba».
El hermano de la periodista, Pedro Albertí, presentó la novela junto con Isabel González y Miguel Massot, profesor de literatura del CIDE ya jubilado. «Massot fue muy importante para Marga. Tenía un examen que llamaban el ?Monstruo? que duraba muchas horas», recuerda Gracia Albertí. En el acto se proyectó un vídeo con imágenes de la periodista fallecida.
La novela Hasta que llegue la victoria se ambienta en los años posteriores a la Guerra Civil española. Aymet, su protagonista, relata a su sobrino la huida de su familia. El final del conflicto y el pasado comunista del abuelo marcan el tortuoso viaje. En su camino se topan con una serie de personajes como Adolfo, el carretero, las gitanas que leen el futuro, el mozo de la hostelería o el señor Cosme, que los aloja en su hacienda.
Marga Albertí nació en Palma en 1966. Era licenciada en Ciencias de la Información y Psicología. Trabajó durante 10 años en el Diario de Menorca. Cuando volvió a Palma estuvo en otros medios, como el digital Preferente.
El joven que la atropelló alegó en el juicio que iba drogado. Había consumido alcohol, cocaína y speed. Pasó 50 días en prisión preventiva y fue condenado a tres años de cárcel.