Una pareja de okupas de Inca tiene hasta el 23 de mayo para desalojar la casa que habita. La titular del juzgado de Instrucción número 3 de la localidad también les ha condenado a una multa de 180 euros a cada uno. Los acusados, según la magistrada, «siguieron ocupando la casa sin título que les legitimara, habiendo sido requeridos para el abandono voluntario en dos ocasiones».
La mujer que limpiaba en el domicilio, una planta baja de la calle Sant Antoni (Inca) avisó al propietario a principios del pasado marzo. Habían cambiado la cerradura. El dueño del inmueble, asistido por el abogado Agustín Aguiló, denunció a la pareja, que tiene tres hijos menores.
Los dos condenados ganan unos 1.500 euros mensuales. La mujer explicó en el juicio, a principios de esta semana, que su pareja trabaja e ingresa «unos mil y pico euros». Ella percibe 300 de ayudas sociales y familiares. Los procesados contaron que fueron engañados por un joven que les enseñó la casa por Internet. «Me estafó 1.200 euros. Le pagué y me entregó tres llaves», dijo el okupa. El hombre aseguró que ha buscado pisos y que no ha encontrado ninguno.
La magistrada no cree que la familia se encuentre en situación de necesidad. El acusado «trabaja y a pesar de tener tres hijos menores, anteriormente arrendaron otra vivienda pagando por ella 500 euros», destaca. Además, añade la jueza que «el hecho de no encontrar casa de alquiler, teniendo entorno familiar de soporte, no justifica el mantenimiento de la usurpación». Los okupas tendrán que abandonar la casa antes de las 10.00 horas del 23 de mayo. En caso de que no desocupen el inmueble por su propia voluntad se producirá un desalojo forzoso.