La colaboración de unos vecinos de Inca permitió a la Policía Local de esa localidad detener el martes a dos okupas que habían forzado la puerta de la calle de un edificio y estaban cambiando la cerradura de los bajos, para vivir en el interior. En los últimos meses se están sucediendo en Mallorca muchos casos de okupaciones por la fuerza.
Sobre las nueve y media de la noche, residentes de la calle Sant Miquel número 30 de Inca llamaron a la policía porque dos hombres y una mujer estaban golpeando la puerta de aluminio del edificio. Tras forzarla, habían llegado a los bajos y habían hecho lo mismo con la puerta de un piso en venta, propiedad de una inmobiliaria.
Rápidamente, patrullas de la Policía Local acudieron a esa finca. Uno de los implicados pudo darse a la fuga, pero una mujer y un hombre de mediana edad fueron sorprendidos con las herramientas cuando desmontaban el bombín de la puerta. Su intención era cambiarlo por otro y entrar a vivir en el inmueble, sin contrato y sin pagar ninguna mensualidad. La mujer reside en Inca y es una vieja conocida de los agentes. Su acompañante es peninsular y cuenta con antecedentes por otros delitos.
La Policía Local procedió a la detención de los dos sospechosos y se incautó de las herramientas que habían utilizado para forzar las dos puertas. La investigación no ha concluido porque se está a la espera de la detención del tercer implicado, que podría ser inminente.
En el mismo edificio asaltado hay otros pisos en venta, con letreros de «se vende», lo que había provocado que en otras ocasiones los okupas merodearan por la finca. En este sentido, hay tal psicosis por okupaciones ilegales que últimamente muchos propietarios han optado por retirar los carteles y no llamar la atención. Sin embargo, algunos okupas comprueban los portales inmobiliarios por internet y descubren dónde están los pisos en alquiler o a la venta.
En Palma, Costitx, Capdepera, Inca, Manacor, s'Illot, Porto Cristo o sa Cabaneta, entre otros enclaves, se han registrado en las últimas semanas denuncias a la Guardia Civil o la Policía Nacional por casos de okupaciones.
En Inca, de un tiempo a esta parte, se han sucedido incidentes de este tipo. Incluso un piso cerrado de titularidad municipal parece ser que ha sido okupado de forma ilegal.