«La gente se creerá que soy una artista, pero estoy luchando por la vida de mi hijo», manifestó este jueves Mercedes Bustos, madre del mallorquín preso en Cabo Verde y asegura que su hijo es «inocente». El abogado de Juan Fernández Bustos le dijo que el día del juicio llevara ropa de calle porque saldría en libertad.
El mallorquín, de 42 años, salió condenado a 15 años y regresó a la prisión de Ribeirinha, en la isla de San Vicente. Otra vez. Era noviembre de 2014. Lo condenaron por narcotráfico, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. El recluso inició el miércoles una huelga de hambre en señal de protesta contra su proceso judicial.
Mercedes Bustos pide colaboración a las autoridades mallorquinas para ayudar a su hijo. «En el proceso judicial ha fallado todo», cuenta. «Todavía no se ha esclarecido qué jefe de policía dio la orden de arresto contra Juan, el canario Carlos y mi otro hijo, Félix». Ocurrió todo la misma noche. Estaban en un bar de la localidad de Mindelo tomando unas cervezas. «Félix no había salido de la isla, por eso quedó en libertad al día siguiente».
El cargamento lo encontraron en tres coches en la carretera. «Suponen que llegó por mar. Mi hijo ha sido condenado por suposiciones». El mallorquín fue detenido, junto a otras personas, acusado de transportar la droga desde Brasil hasta la playa de Salamansa, en el norte de la isla.