«Imagínate, un chaval que no conoce a nadie y va a hablar con un sujeto como este [el dueño de ‘El Olivo’]: Prepotente, maleducado y totalmente hipócrita». Fernando Israelson llegó a Mallorca procedente de Cádiz en 2013. Alquiló una habitación encima del bar de tapas ‘El Olivo’, en el Rafal. Vio que el bar funcionaba bien y se le ocurrió pedir trabajo de camarero. «Prácticamente le supliqué el trabajo. Vine con 300 euros y en aquellas fechas me quedaban 50».
El joven es uno de los afectados por las vejaciones del dueño de ‘El Olivo’. «Tenía que hacer obras y ponía a los camareros de peones para que no tuvieran vacaciones». Fernando sólo aguantó tres meses. Trabajaba 14 horas diarias durante seis días a la semana. «El día que fui a pedirle trabajo me preguntó a ver si había trabajado alguna vez de camarero. Le respondí que no. Me dijo que él necesitaba a gente útil, no a inútiles. Luego volví porque no tenía nada», cuenta el afectado.
Precinto
La Policía Nacional precintó este miércoles ‘El Olivo’ del Rafal por orden judicial. El magistrado de Instrucción número 11 de Palma ha dado 10 días de plazo para subsanar las deficiencias sanitarias.
Las investigaciones revelaron que aprovechaban alimentos caducados. También servían las sobras de unos clientes a otros. El lunes pasado los dueños de la cadena de bares de tapas y dos encargados fueron detenidos por explotación laboral. Un día después quedaron en libertad con cargos. Los tres acusados negaron los cargos.