Este lunes, de manera simultánea, un amplio operativo de agentes del Cuerpo Nacional de Policía irrumpían en los tres locales de la cadena de bares de tapas ‘El Olivo' y procedían a la detención de varias personas, entre ellos, los dueños del establecimiento y algunos encargados. El hermetismo de la denominada ‘operación Aceituna', contra la explotación laboral, es máximo.
Los agentes accedieron a los locales que la cadena tienen en las calles Cardenal Rosell (Ciudad Jardín), Virgen de Montserrat (Es Rafal) y en Avinguda de Joan March (cerca de plaza España). Los policías estuvieron acompañados por personal de Inspección de Trabajo y de inspectores de Sanitat del Govern balear.
Los dueños de esta cadena de establecimientos ya fueron condenados por la Audiencia Provincial de Palma por explotación laboral en mayo. Los procesados, admitieron que supervisaban a sus trabajadores a través de videocámaras y se dirigían a ellos con tono despectivo: «rata, perro o inútil». En el juicio también reconocieron que les daban de alta en la Seguridad Social por dos horas o cuatro diarias y que en realidad hacían 12 o 14. Cobraban sueldos en B y siempre una cantidad inferior de los que marcaba el convenio colectivo. No percibían finiquitos, no tenían vacaciones remuneradas, sólo libraban un día a la semana y no podían coger baja por enfermedad porque eran despedidos al regresar. También se detectaron graves deficiencias en la cocina.
En esta ocasión, los policías detectaron que los procesados seguían haciendo exactamente lo mismo y que la explotación laboral a sus trabajadores era evidente. Se les imputa un delito contra el derecho de los trabajadores.