El joven que fue condenado a un año de cárcel por dejar morir de hambre a un perro en Palma se encuentra en prisión. Hace unos días acudieron a notificarle que tenía que personarse en el juzgado para que le enviaran a prisión por estos hechos, pero se tuvo constancia de que ya había ingresado en la cárcel de forma preventiva por un asunto de malos tratos. Por tanto la jueza ha remitido un mandamiento al centro penitenciario en el que le indica que cuando se levante la medida cautelar por el caso de violencia de género, seguirá en prisión para cumplir la pena del maltrato animal.
El joven, vecino de Palma, aceptó al ser juzgado un año de prisión por dejar morir a su perro de hambre y mantenerlo en unas condiciones pésimas durante meses.
El acusado vivía en la calle Francisco Albertí y fue denunciado por su propio hermano ante la policía.
Es el segundo ingreso en prisión de un condenado por maltrato animal. La pasada semana entró en el centro penitenciario de Palma el joven condenado a ocho meses de cárcel por matar a un caballo de su propiedad en el hipódromo de Manacor.