«Estamos destrozados, nos han hundido, nos han jodido la vida, nuestras carreras profesionales y, lo peor de todo, la ilusión de levantarnos cada día, enfundarnos los uniformes y salir a patrullar». De esta manera se muestran varios de los agentes de la Policía Local de Palma detenidos en el marco de la operación contra la trama de corrupción policial de Platja de Palma.
«Tenemos muchas ganas de que se levante el secreto del sumario y ver las falacias y mentiras que se han vertido sobre nosotros. Os podemos asegurar que los ciudadanos de Palma deben estar tranquilos y confiar plenamente en los hombres y mujeres que integran la plantilla de la Policía Local. Son grandes profesionales y nadie podrá empañar el buen trabajo realizado», añade uno de los policías.
«Somos los primeros interesados en sacar a las peras podridas. Quiero que todo el mundo tenga muy claro que quien la hace tiene que pagarla. Ojalá todo el peso de la Ley caiga de lleno sobre los delincuentes, pero lo que no se puede hacer es vulnerar la presunción de inocencia de ninguna persona», apostillan.
«El daño que se hace a la Policía Local de Palma es irreparable. Estamos seguros de que pasarán dos o tres años para que podamos alzar la cabeza y recuperar la dignidad que nos han arrebatado de manera injusta. Todo está basado en mentiras y en conspiraciones extrañas. Somos muy respetuosos, como no podía ser de otra manera, con el trabajo de los compañeros de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Entendemos la postura del fiscal y de la jueza, pero no la compartimos. Había muchas casualidades y frases que eran propias de falsas conspiraciones y paranoias de un grupo de policías con ansias de ascensos», concluyen.