La combinación entre una curva muy cerrada, un exceso de velocidad y haber ingerido una importante cantidad de alcohol puede resultar letal.
Sobre las 4.10 horas de la madrugada de ayer, un conductor que circulaba en compañía de un amigo por la vía de cintura de Palma tomó el desvío de la carretera de Sóller. Se trata de una curva muy pronunciada que se encuentra cerca de las piscinas de Son Hugo.
Según las primeras hipótesis de la investigación, el varón entró muy rápido en la misma y chocó de frente contra cuatro bloques de hormigón de más de 1.500 kilos cada uno de ellos. El impacto fue tan fuerte que el vehículo en el que circulaban quedó suspendido entre los restos de la protección.
Rápidamente, agentes de la Guardia Civil de Tráfico, Bombers de Palma y de las ambulancias del 061 y de la clínica Juaneda, llegaron al lugar de los hechos y atendieron a los heridos.
Se trataba de dos jóvenes de nacionalidad española que resultaron heridos de carácter leve y no precisaron ser trasladados.
El conductor del turismo dio positivo en la tasa de alcoholemia. El punto donde se produjo el accidente está catalogado como uno de los más problemáticos y donde mayor número de siniestros se producen, pero también es cierto que, en la mayoría de los casos, son los conductores los que por una conducción inapropiada sufren los accidentes.