Otoño sigue huracanado. Por segundo día consecutivo, el temporal de viento se dejó sentir con fuerza en Mallorca, especialmente en Palma. Los bomberos y la policía recibieron durante toda la noche llamadas por incidencias, casi todas de caídas de árboles o de ramas.
En la urbanización de Son Vida un árbol de una casa cayó sobre un gran muro y aterrizó en la calle. Los bomberos tardaron más de una hora en trocear el tronco y retirarlo de la vía pública.
En la barriada de Son Dameto, muy cerca del cuartel de la Policía Local, otro árbol se cayó y dañó a dos coches. La calle quedó cortada al tráfico durante una hora.
En el Camí de sa Vileta, una pared se desplomó y cayó sobre la acera, junto a la parada del autobús. Un portavoz policial explicó que «ha habido mucha suerte, porque si algún peatón pasa en el momento del derrumbe las consecuencias podrían haber sido muy graves».
Por la mañana, los empleados municipales acondicionaron las calles afectadas y retiraron escombros y ramas, para que la circulación fuera fluida. Muchos propietarios de coches afectados por caídas de ramas o de tejas han dado parte a sus compañías de seguros. Los daños son cuantiosos y en muchos casos no entran en las coberturas.
La previsión meteorológica para Balears es de franca mejoría del tiempo. Ayer, de hecho, amaneció un día casi de verano.