La banda de narcotraficantes desarticulada en s'Arenal durante la ‘operación Adormidera' del jueves, controlaba el menudeo de heroína y marihuana en la zona. De los seis detenidos, una menor ha quedado en libertad por cuestión de edad y los otros cinco han pasado a disposición judicial esta mañana.
La banda tenía tres perros pit bull para vigilar la droga y los agentes que irrumpieron iban provistos de lazos para los perros de presa. Sin embargo, pudieron encerrarlos en unos cuartos antes de que los canes se abalanzaran sobre ellos.
Los agentes de la Policía Judicial y del cuartel de Llucmajor llevaban dos meses investigando al clan gitano, desde que se detectó una afluencia masiva de yonkis a la calle Torrente. Se trataba de una avenida normalmente tranquila, pero la instalación de los narcos coincidió con un trasiego de noche y de día que llamó la atención de los vecinos. Una filtración puso en alerta a los investigadores, que sometieron la casa a vigilancia. Otras viviendas de la calle Milán y Formentera también fueron controladas, aunque el menudeo de heroína y marihuana se llevaba a cabo desde el piso franco de la calle Torrente. Las mujeres detenidas también introducían droga en la cárcel, donde están ingresados muchos de sus familiares.