A las siete de la mañana, con puntualidad británica, la Guardia Civil asestó ayer un duro golpe al narcotráfico. Tres puntos de venta de heroína y marihuana fueron desarticulados al unísono en s'Arenal de Llucmajor y Palma. Los narcotraficantes fueron sorprendidos durmiendo y no pudieron ofrecer resistencia.
Hacía semanas que la Policía Judicial, el cuartel de Llucmajor y el Área de Investigación investigaban la peregrinación de toxicómanos hasta una casa del número 71 de la calle Torrente. Se trataba de un trasiego continuo, de conocidos yonkis que buscaban heroína en esa dirección. Los agentes montaron dispositivos de vigilancia y comprobaron que se trataba de un clan gitano, relacionado con otros puntos de venta en la calle Milán y en Palma.
Tras recabar numerosas pruebas contra ellos (grabaciones, seguimientos...) se decidió que ayer por la mañana era el día indicado para entrar en los tres domicilios sospechosos.
Unidades de la Usesic (Unidad de Seguridad Ciudadana), fuertemente armados, apoyaron a sus compañeros de la Benemérita y a las siete tiraron la puerta de la calle Torrente provistos de un ariete. Una docena de agentes, con cascos, pasamontañas, chalecos antibala y pistola en mano, irrumpieron en la vivienda, reduciendo a sus moradores y gritando para que nadie intentara huir o plantar cara.
Éxito
En cuestión de minutos, la operación culminó con éxito. Todos los sospechosos fueron esposados y se registró, palmo a palmo, la casa, en busca de drogas, documentación y útiles para la manipulación de la droga. En los otros registros, autorizados por la autoridad judicial, los acontecimientos se desarrollaron de forma muy similar.
En total, fueron detenidas tres mujeres, una menor -que quedó en libertad por su edad- y un varón. Los cuatro adultos fueron conducidos a las dependencias beneméritas, para ser interrogados. En las próximas horas todos ellos serán puestos a disposición judicial. La operación de ayer ha supuesto un duro golpe al narcotráfico en la zona.