La mano invisible del mercado a veces reparte puñetazos. Dos matrimonios terminaron en los juzgados por una pelea motivada por diferencias comerciales. Una de ellas es una pareja de españoles que regenta una tienda de 'souvenirs' en Platja de Palma. Los oponentes dos ciudadanos chinos propietarios de la tienda de al lado. El tres de agosto de 2010 el comerciante español fue a la tienda de los chinos. «Fue a decirle que si vendían los productos que vendía yo, los vendieran al mismo precio. Yo traigo novedades y ellos cogen y a los dos días tran lo mismo que yo tengo y a bajo precio. Ya tienen cuatro locales», aseguró.
La llegada de la competencia provocó una discusión en la que los dos orientales, según el español le insultaron y le empujaron. Incluso señala que el chino le dio un mordisco en el pecho «con dientes de hierro». Su mujer fue a socorrerle y terminó enzarzada del pelo con la otra comerciante.
La asiática -su marido no compareció en el juicio- señaló que fue el vendedor español el que inició la pelea al dar un puñetazo a su marido.
La Fiscalía sostiene que en lo ocurrido «todos agredieron y todos fueron agredidos». Tres de ellos afrontan una posible pena de multa por una falta de lesiones. La pena más grave -cuatro meses de cárcel- se reclama para la comerciante china, la única a la que se acusa de un delito de lesiones.