Nuria Orol llevaba un día muerta cuando fue descubierta sin vida sobre la cama de su dormitorio, en su piso del Port d'Andratx. Otro dato importante de la investigación que ha trascendido es que la joven pudo ser atacada por el asesino cuando dormía, de ahí que no hubiera ofrecido resistencia.
De hecho, en la autopsia que se le ha practicado al cadáver no se han descubierto señales de violencia y la puñalada que la mató le afectó de lleno en el corazón.
Tiempo suficiente
El hecho de que no apareciera el arma homicida en la casa y que tampoco se detectaran huellas en una primera inspección ocular podría estar relacionado con el hecho de que el asesino tuvo 24 horas para eliminar pruebas.
Además, podía entrar y salir por una puerta trasera que estaba abierta, con lo que evitaría toparse con los vecinos.
El arma blanca utilizada en el crimen no había sido encontrada al cierre de esta edición, aunque se especulaba con que se trataba de un cuchillo o unas tijeras. «Lo que está claro es que el asesino ha tenido mucho tiempo para hacerla desaparecer, así que será muy complicado», informó una fuente próxima a la investigación.
En cualquier caso, la Guardia Civil se llevó cuchillo y otros efectos incisos de la casa para ser analizados con minuciosidad, en busca de restos o huellas.
Ayer por la tarde el sospechoso, que es de nacionalidad marroquí, fue sacado de los calabozos de la comandancia de la Guardia Civil y trasladado a su casa de Andratx, en la calle Quince Hermanos. Los agentes querían registrar su vivienda y que el acusado estuviera presente.
Zouhair A., llevaba unas semanas residiendo en esta dirección, al parecer desde que se separó de Nuria. La Guardia Civil también investiga si la hija menor de la fallecida estuvo durante horas en la misma casa donde yacía muerta la madre, sola. El alcalde de Andratx, Lorenzo Suau, condenó lo ocurrido y se desplazó a la calle Gabriel Roca número 2 para conocer más detalles del crimen.