«Estamos hundidos, Ana era muy buena persona». Illie Niculai, hermano de Ana, tiene a su esposa a punto de dar a luz: «Tanta alegría por un lado y tanto dolor por otro. La Guardia Civil nos ha dicho que el cadáver casi seguro que es de ella y además hemos reconocido su reloj».
La joven rumana, que tiene diez hermanos (nueve de ellos viviendo en Mallorca), llegó a la Isla en 2003, cuando había alcanzado la mayoría de edad. «Ana empezó trabajando como empleada del hogar y después la contrataron en un local del polígono de Marratxí. Era muy profesional y siempre cumplía. Más tarde conoció a su pareja, el cocinero del restaurante Las Sirenas, y trabajó allí como camarera. Luego se fue a una pizzería del Pla de Na Tesa y últimamente había montado un bar con Cati, su socia, en la calle Socorro de Palma».
Es precisamente en este nuevo enclave donde Ana tuvo, al parecer, algunos problemas con un compatriota que se encariñó con ella. La rumana era una joven sumamente atractiva y le comentó a sus familiares que estaba siendo acosada por el otro rumano, un joven rubio y con gafas. «Iba muy a menudo a tomar café al bar de Socorro y ella estaba un poco incómoda, porque se ponía pesado con ella», contó Illie.
Once hermanos
Illie explicó ayer que son once hermanos y que nueve residen legalmente en Mallorca, donde trabajan desde hace años. La familia no se explica lo que puede haber ocurrido, pero tiene claro que la fallecida no tenía enemigos: «Al menos que nosotros conociéramos. Sólo nos hablaba de ese rumano que iba a verla al bar, pero tampoco sabemos si tiene algo que ver con el crimen».
El hermano de la víctima explicó que Ana conducía el Audi A4 matrícula 9173-FDH porque el suyo -un modelo de Audi A3- estaba siendo reparado. «Aurelio le dejó el suyo, hasta que le devolvieran el otro a ella».
Ana había vivido, en sus inicios en Mallorca, en Son Ferriol y ahora residía en la calle Tanques número 2, de la urbanización de Las Palmeras, en Llucmajor. Se trata de un segundo piso propiedad de Aurelio, su pareja.