Un nigeriano de 35 años de edad se encuentra hospitalizado en estado grave tras saltar ayer desde un cuarto piso en Inca. El hombre, supuestamente, estaba maltratando a su esposa y la Guardia Civil derribó la puerta de la casa e intentó apresarlo. Fue entonces cuando se lanzó desde quince metros de altura, por la ventana de la lavandería.
Sobre las siete de la mañana los gritos de una mujer alertaron a sus vecinos, junto al campo de deportes de Inca. Una patrulla se desplazó hasta esa dirección, subió a la cuarta planta, y escuchó gritos de auxilio de la señora. Los funcionarios llamaron de forma repetida a la puerta, pero los alaridos siguieron y nadie la abrió.
Los guardias civiles temían por la integridad de la víctima y tiraron la puerta abajo para auxiliarla.
En ese momento el subsahariano, tras advertir la presencia de los agentes, corrió hacia la lavandería del piso y saltó desde una altura aproximada de quince metros, hasta estrellarse contra un jardín.
La Benemérita solicitó la presencia urgente de una ambulancia, mientras unos agentes calmaban a la víctima y otros bajaban a atender al herido. Presentaba lesiones graves y cuando los médicos llegaron confirmaron que sufría la fractura de una tibia y una vértebra muy afectada, además de otras heridas.
La Policía Judicial de la Guardia Civil se hizo cargo de la investigación y tomó declaración a la mujer, que confirmó que estaba siendo agredida cuando llegaron los funcionarios. Al parecer, su marido había llegado muy tarde a casa y comenzó a buscar dinero de armarios y cajones. Luego le sobrevino un ataque de furia y comenzó a revolverlo todo. Finalmente, fue ella quién pagó los platos rotos.
La mujer fue trasladada a un centro médico, mientras los sanitarios inmovilizaban sobre una camilla al lesionado, para no agravar su lesión medular. Poco después quedó ingresado en el hospital de Son Dureta, con pronóstico grave. En cuanto mejore de sus lesiones será detenido por un supuesto delito de violencia de género.
Fuentes policiales explicaron que el nigeriano cuenta con antecedentes por estafas y también por malos tratos y que reside legalmente en Inca. Algunos vecinos de la zona contaron que no era la primera vez que se registraban incidentes domésticos en aquel piso.
La caída desde el cuarto piso, y la posterior llegada de ambulancias y más coches patrullas, causó un gran revuelo en aquella barriada de Inca, a pesar de lo temprano de la hora.