En es Portixol y la zona de la calle Málaga, en Palma, la mayoría de vecinos no hablaban ayer de otra cosa más que del asesinato de Olimpia Ketty Tomala, de 39 años, y su amante, Jordi Báez Ripoll, de 43, a manos del marido de la mujer. El presunto agresor, Augusto Fernando V.R., de 39 años, que tenía una orden de alejamiento de su esposa, continuaba ayer detenido en la Jefatura de Policía y probablemente pasará mañana a disposición judicial.
El Govern y el Institut de la Dona han convocado un minuto de silencio, hoy, a las 12.00 horas, frente al Consolat de Mar, para condenar los hechos, mientras que el Lobby de Dones ha convocado otra concentración de repulsa, mañana, a las 20.00 horas, en la Plaça Joan Carles I de Palma.
Vecinos del número 11 de la calle Málaga, donde vivía Olimpia Ketty, desde hace un año y medio, y ocurrió el doble crimen, se mostraban incrédulos ante lo ocurrido. Una vecina del segundo indicó: «Mi marido y yo estábamos en casa, escuchamos ruidos por la escalera y vimos policías en la calle, pero no salimos porque ya somos un poco mayores, ayer (el sábado), por la noche, nos enteramos por las noticias de lo que había pasado aquí y todavía no nos lo creemos. Ella (Ketty) era una chica muy agradable y trabajadora».
Una pareja que reside enfrente explicó que a veces se escuchaban discusiones entre Ketty y su marido, pero «nunca creímos que pudiera pasar algo así, estamos alucinando, y nadie se merece que le hagan una cosa así».
Otro vecino que reside en el número 9 de la misma calle destacó que Augusto Fernando «tenía un carácter seco, siempre solía ir solo y te saludaba si te veía, pero nada más. Últimamente se le veía un poco nervioso y desesperado porque se había quedado sin trabajo pero es increíble lo que ha pasado, es inexplicable».