JAVIER JIMÉNEZ
Un sábado por la mañana, otra vez. Los fines de semana son terreno abonado para las peores pesadillas en las carreteras mallorquinas y ayer no fue la excepción. Una tremenda colisión frontal entre un turismo y un camión, y en la que luego se vio implicado un tercer vehículo, se saldó con un joven muerto, una chica en estado crítico y un hombre y sus dos hijos lesionados.
Pasaban pocos minutos de las diez de la mañana cuando el Citroën Saxo de Antonio Mota Flores, de 20 años, invadió el carril contrario en un tramo recto de la carretera de Cap Blanc, junto a la urbanización de Las Palmeras, en el término de Llucmajor.
De repente, en el carril contrario apareció un camión cisterna y la embestida frontal fue tan violenta que deformó por completo el coche, que salió despedido y rebotó contra un todoterreno de la marca Mercedes. El drama se había consumado, en escasos segundos. El saxo IB-2245-CN quedó aplastado, con el motor humeante y líquidos derramándose sobre el asfalto. En el interior la vida de dos jóvenes se había truncado: Antonio Mota yacía muerto y su compañera agonizaba, con gravísimas lesiones faciales y craneales.
El centro de emergencia del 112 puso en marcha el dispositivo de auxilio a los heridos, en el que participó la Policía Local de Llucmajor, los bomberos de esa localidad, ambulancias del 061 y la Guardia Civil de Tráfico. El chófer del camión Scania IB-5808-AP, protegido por la cabina, no resultó herido y la familia del Mercedes 6660-CVX resultó contusionada leve y fue evacuada al hospital de Son Llàtzer. Por quien más se temía era por la joven crítica, que llegó con vida a Son Dureta y quedó ingresada en la UCI, en estado gravísimo.