La Policía Local de Palma detuvo la pasada Nochevieja a un hombre de 42 años de edad, cuya identidad responde a las iniciales de F.T.A., por intentar matar a una persona en un bar. Por fortuna, la víctima tuvo tiempo a reaccionar y el cuchillo que portaba el agresor apenas le tocó. Por ello, no necesitó ayuda médica.
A las once de la noche del pasado domingo la Policía Local fue requerida para que se presentara en un bar de la calle Reyes Católicos, en Palma, donde se había producido un intento de homicidio. La víctima, de 33 años de edad, explicó que cuando él se encontraba en el bar llegó un amigo, acompañado de otra persona. Mientras hablaba con este amigo esta tercera persona se intentó entrometer en la conversación. La víctima le manifestó que no tenía nada que hablar con él y que «lo dejara en paz».
Según parece, F.T.A. se sintió molestó por esta reacción y se marchó. Al rato volvió. Se había cambiado de ropa y se había vestido con una camiseta. Al entrar se le vio que llevaba un brazo pegado a la espalda, con el que supuestamente escondía un cuchillo de cocina. De pronto, sacó el arma y, presuntamente, intentó herir al otro hombre clavándole el cuchillo en el estómago. Sin embargo, no consiguió su propósito por la reacción de la víctima y por la intervención de otro testigo. En ese momento se produjo un forcejeo entre el presunto agresor y la víctima. El primero cayó al suelo y se golpeó la cabeza. A continuación se marchó del bar dejando tras de sí un reguero de sangre.
La policía siguió este rastro, que conducía hasta una pensión donde vivía el presunto agresor. Allí fue localizado. El hombre dijo que había participado en una riña, pero insistió en que el cuchillo que utilizó era de plástico. Afirmó que había tirado el arma en un contenedor cerca del bar. El detenido fue atendido en un centro médico por la lesión en la cabeza. La policía no encontró el cuchillo en el citado contenedor.