Una vecina de Palma ha denunciado ante el Cuerpo Nacional de Policía que en el nicho propiedad de su familia, y en el que está enterrado su padre y un sobrino, hay un tercer difunto ajeno a ellos y que fue sepultado sin su consentimiento. «Voy a llegar hasta las últimas consecuencias porque alguien tiene que darme una explicación de lo que ha ocurrido; esta situación no es nada agradable», declaró a Ultima Hora Àngeles Losa, la denunciante.
La mujer, de 48 años, relató que el descubrimiento del extraño caso fue casual. «El pasado miércoles mi hermana fue al cementerio municipal de Palma para pagar unos recibos y cuando en el ordenador salió la ficha de la familia apareció el nombre de un hombre que no conocíamos de nada. Pedimos explicaciones y nos dijeron que se trataba de un fallo del ordenador», contó.
Àngeles Losa, según consta en la denuncia, se entrevistó entonces con el jefe de la oficina del cementerio y supo que la tercera persona que aparecía enterrada en el nicho era un tal Hernán, si bien el responsable no le confirmó que se encontrara en aquel nicho. La mujer, muy inquieta, revisó el nicho número 53 y encontró indicios de que había sido manipulado con posterioridad al entierro de su padre, celebrado hacía dos años y medio. El piso inferior estaba sellado con cemento y otra circunstancias que llamó la atención de Àngeles Losa fue que en los últimos tiempos «alguien» depositaba flores sobre la tumba de su padre y su sobrino.
En un principio no le dio importancia, pero luego, tras conocer la existencia de un nuevo «inquilino», ató cabos y llegó a la conclusión que las enviaba la familia del otro difunto.