«Nos podemos ir olvidando de todo lo que era Mallorca hasta ahora». Así de claro lo tiene Carles F. Baeza, sociólogo, doctor en Arquitectura y profesor en Intervención Sociocomunitaria, que asegura que el crecimiento poblacional y turístico que se está produciendo en la Isla es «insostenible». «Cada vez somos más personas viviendo aquí y cada vez nos visitan más», advierte.
A su modo de ver, esto tiene implicaciones muy importantes que afectan al día a día de los ciudadanos, tales como los problema de movilidad, de acceso a la vivienda, e incluso, al sistema sanitario. «En la privada estamos viendo listas de espera insospechadas», apunta. Baeza lamenta que «en Mallorca hemos apostado por un sistema socioeconómico que nos lleva a replicar el de Ibiza». En su opinión, «la calidad de vida de los residentes y los visitantes no ha mejorado y esto empieza a ser un signo de alarma».
Baeza denuncia que «el equilibrio se ha roto». En este punto, expone que «no es sostenible porque el Producto Interior Bruto (PIB) balear por habitante ha pasado de ser el 46 de la UE al 110 en 21 años». Ante esta situación, «la clase media se ve amenazada: cada vez es más difícil aspirar a formar una familia, a tener una vivienda, a irse de vacaciones...». A su entender, «es un modelo que se rompe, donde hay ganadores y perdedores; la que pierde es la clase media».
El citado sociólogo insiste en que «este crecimiento es desequilibrado porque se ha producido muy rápido y súbitamente. Además, el entorno se ve afectado y hay una reacción conservadora. Los isleños creen que de continuar esto así peligra su futuro». Aunque matiza que «siempre ha habido cambios, ahora son tan rápidos que provocan alarma y se puede generar un efecto negativo en la proyección de vida y provocar una reacción. De hecho, hay gente de aquí que ya está pensando en irse».