Francisco Miguel Hiralgo, un niño de 4 años de edad, murió degollado ayer tarde al ser atacado brutalmente por un perro de la raza dogo argentino. El animal se ensañó con el pequeño y le destrozó en pocos minutos, por lo que los médicos que lo atendieron de urgencia no pudieron hacer nada por él.
De acuerdo con la información facilitada por el servicio de ambulancias del 061, el ataque se produjo poco después de las cuatro y media de la tarde en la calle Son Bauló de Can Picafort. El pequeño Francisco Miguel estaba jugando en un jardín de su vivienda y de repente el dogo y otro can, un dogo de Burdeos, saltaron la valla y se acercaron a él.
El primero se abalanzó sobre el pequeño y le mordió por todo el cuerpo, sobre todo en la nuca, cuello y tórax. Un vecino, Juan José Lozano, descubrió el terrible ataque y separó rápidamente al can del niño. Sin embargo, la criatura estaba degollada y totalmente destrozada y había perdido, según confirmó el 061, casi toda la sangre de su cuerpo.
La Guardia Civil y la Policía Local fueron alertadas, mientras los médicos sólo conseguían certificar el óbito de la víctima. El dueño del can, Alfredo Cordero, fue interrogado por la Guardia Civil de Santa Margalida y, presumiblemente, se le exigirá una responsabilidad civil para hacer frente al proceso. Según los primeros datos de la investigación iniciada ayer, el dogo argentino es el mismo perro que el pasado 23 de septiembre entró en un colegio de Can Picafort y atacó a otros dos niños, uno de los cuales fue hospitalizado.