Colegios oficiales de médicos, enfermería, farmacéuticos y la asociación de técnicos superiores sanitarios
Premio: Siurell d’Honor Pere A. Serra
En la memoria colectiva 2020 quedará grabado durante mucho tiempo como el año de la pandemia del coronavirus, igual que aquel ya lejano 1918 pasó a la historia como el año de la gripe española. Una visita indeseada que se presentó a finales de 2019 en un remoto lugar de China y que ha condicionado nuestra vida cotidiana de tal modo que, solo unos meses atrás, nos habría parecido imposible. Esta es la nueva realidad de un mundo globalizado para lo bueno y para lo malo que enfrentamos todos, pues el virus potencialmente letal no entiende de fronteras. En Baleares, las alarmas empezaron a resultar estridentes a principios de febrero, cuando se diagnosticó el primer caso de una persona contagiada: un padre de familia británico, que resultó ser el segundo paciente afectado por este mal en España, tras el alemán detectado en Canarias.
Pandemia global
En aquellos primeros momentos nadie podía prever la magnitud y la virulencia de una enfermedad que nos amenaza a todos y que se ha extendido con rapidez por todos los rincones del mundo. Pronto se vio la necesidad de limitar el contacto social y llegaron, el 14 de marzo, las medidas más extremas: el confinamiento. Comenzó entonces una extenuante carrera contra reloj del colectivo sanitario para tratar de proteger a la sociedad de una enfermedad nueva y desconocida de la que apenas empezaban a vislumbrarse sus terribles efectos.
Los sanitarios
El colectivo integrado por médicos, enfermeros, farmacéuticos, técnicos sanitarios y auxiliares, además de todos los trabajadores de centros hospitalarios y ambulatorios, se vieron expuestos desde el primer día a la primera línea de defensa contra la COVID-19, lo que implicaba un enorme riesgo. Numerosos contagios, bajas laborales, precauciones y temores no impidieron que este colectivo permaneciera al pie del cañón día y noche mientras comprobaba cómo la lista de ingresos e infectados crecía por momentos.
Toda la sociedad fue inmediatamente consciente de la valentía y el sacrificio que mostraron y por eso se convirtieron en los héroes anónimos de esta crisis sin precedentes. Cada tarde, a las ocho, desde miles de balcones y ventanas de las casas de pueblos y ciudades los ciudadanos de a pie homenajearon durante el confinamiento a estos profesionales que todavía siguen ofreciendo lo mejor de sí mismos para contener el avance de la epidemia.
El Siurell d’Honor Pere A. Serra 2020 será para ellos, un reconocimiento desde Ultima Hora que quiere ser también de toda la sociedad balear, pues todos somos conscientes de que su papel ha sido, es y será fundamental en la lucha contra el coronavirus. Los presidentes del Col·legi de Metges de Balears, José Manuel Valverde; el de Farmacèutics, Antoni Real; la de Infermeria, María José Sastre; y Clara Mir, de la Asociación Profesional de Técnicos Superiores Sanitarios recogerán el galardón en nombre de todos.