Ha tenido que descubrirse el ‘caso Cerdán’ para que estalle la bomba lapa que, esta vez sí, estaba dispuesta en los bajos del Peugeot de la banda de los cuatro desde el mismo día en que echó a andar, dispuestos a asaltar Ferraz para perpetrar el saqueo moral del partido. Y eso, aunque hubiera que poner en la urna un puñado de papeletas y abultar el voto por correo, que allí estaban Leire para arrimar el hombro y Koldo para echar la cortina. Pero que Ábalos, Cerdán y Koldo se llevaran un puñado de millones, unos aliviaran las tensiones de la furtividad con damas de vida alegre, que se las pagamos, y se aseguraran la vida en términos económicos, no es más que lo que han hecho antes otros golfos, que siempre los ha habido y los seguirá habiendo.
Causa más daño a la democracia la guerra sucia en las cloacas del partido perpetrada por los Leires, fiscal general y otros adláteres inventándose bombas lapas asesinas, revelando secretos con el objeto de perjudicar al adversario político, propagar bulos y calumnias infames, que intentan llevarse por delante la carrera de jueces o el prestigio de la UCO.
Por si fuera poco, acorralado Sánchez por la sospecha de colocar a dedo a su hermano en la Administración y de abrir camino a su mujer en negocios que han resultado presuntamente corruptos, respondieron con ataques feroces contra jueces prevaricadores, policías patrióticos y periodistas no sometidos, siervos de la fachosfera.
Pero el mayor destrozo cometido es haber levantado el muro que ha dividido a los españoles en dos bandos irreconciliables; las leyes claramente inconstitucionales coladas por la puerta trasera (Amnistía, el cupo catalán, la frontera catalana, el blanqueamiento del terrorismo… En suma, la rendición ante el enemigo) que han dejado la Norma suprema hecha un guiñapo; y la compra de la presidencia del Gobierno pagada con el patrimonio moral y material de todos los españoles, negociada en el extranjero con un forajido que había dado un golpe de Estado; y buscar el apoyo de la izquierda más populista y del resto de enemigos de la Constitución.
La esperanza está en que su propio partido le eche o que metan en la cárcel a Begoña y a su hermano y se inicie el proceso de refundación.