Todavía recuerdo cuando estudiábamos Filosofía en Bachillerato, tendríamos unos 14 años, cuando estudiamos la definición en latín de lo qué es la Filosofía. Aún la recuerdo y eso que hace más de 50 años; porque aquellos años, además de latín, también estudiábamos griego. La definición de Filosofía en latín, que aún hoy recuerdo, dice así: «Filosofía est sciencia ómnium rerum per ultimas causas, naturali rationis lumine comparata», (‘La filosofía es la ciencia de todas las cosas comparadas con la luz de la razón’).
Por lo tanto, la Filosofía es el estudio de problemáticas diversos como son: el conocimiento, la mente, la conciencia, la ética, el lenguaje, la belleza, la moral. Esta rama del conocimiento filosófico surgió en la Antigua Grecia en Jonia, en Asia Menor, a principios del siglo VI antes de Cristo.
Hasta hoy, con la llegada de los políticos de izquierda, todos los planes de estudio incluían la Filosofía. En el actual plan de estudios, diseñado por la ministra de Educación, no se incluye la Filosofía. Así pues, a partir de ahora los estudiantes no conocerán los problemas fundamentales de la humanidad. Así, no conocerán la razón (lógica), el lenguaje y la semántica (filosofía del lenguaje), el ser y la existencia (metafísica, metaontología y ontología) el conocimiento (gnoseología, epistemología y filosofía de la ciencia), la ética (ética o filosofía moral), la belleza (estética), el valor (aziología), la religión (filosofía de la religión) y la mente (fenomenología, filosofía de la mente), entre otras.
Según Pitágoras, la vida es comparable a los juegos olímpicos, porque en ellos encontramos tres clases de personas: las que buscan honor y gloria, las que buscan riqueza, y las que simplemente buscan contemplar el espectáculo, estos son los filósofos.