Max ha estado muy cerca de alcanzar los 1.000 días viviendo en una jaula. Este pastor belga malinois de carácter noble y sociable, era hasta este fin de semana el animal que más tiempo llevaba en la perrera municipal de Son Reus, tras tres años y dos meses en espera de adopción. Finalmente, ha conseguido una segunda oportunidad de la mano de una persona que ha decidido ofrecerle un nuevo hogar por la zona de Cala Millor, en la que ya conviven desde este sábado.
En ello, ha tenido mucho que ver la asociación Peluditos de Son Reus, que, en colaboración con el Ayuntamiento de Palma, ha organizado en los últimos meses diverfsos eventos para que los canes más veteranos de la perrera pudieran exhibir sus encantos frente a personas interesadas en adoptar un animal. «Hemos celebrado ya quince desfiles en Son Reus, otros dos en el Parc de Sa Riera y una decena en Fan Mallorca, para dar visibilidad a los perros que, por algún motivo, llevan un tiempo en la perrera y todavía no han encontrado familia de adopción», explica Miguel Elvira, presidente de Peluditos de Son Reus.
«El nuevo dueño de Max ha actuado de manera ejemplar», asegura. «Ha venido varias veces a ver al perro, pasear con él, conocerle y ver qué tal se llevan antes de adoptarlo. Además, ha esperado a tener la casa plenamente acondicionada para recibirle antes de llevárselo», indica Elvira, quien explica que «anteriormente, hasta en dos ocasiones adoptaron a Max y poco después tuvieron que devolverlo, porque los adoptantes no habían calculado bien lo que suponía convivir con él. Es una raza muy activa y que necesita mucha atención. De hecho, se utilizan como perros de trabajo tradicionalmente en cuerpos policiales como el belga y el francés, y desde hace algún tiempo, también en la Policía Nacional española», abunda.
Se da la feliz circunstancia de que el sábado, además de Max, también se despidió de Son Reus otra veterana, una pitbull blanca llamada Atena que llevaba casi tres años en la perrera y también encontró familia de adopción. «Fue un día maravilloso», celebra Elvira, quien lamenta que hay otros perros que llevan en Son Reus en torno a tres años y no acaban de tener salida.
«Ya sea porque son canes que van mal con otros animales y por tanto tienen que ser perros únicos, porque son muy grandes o muy activos o porque son de razas potencialmente peligrosas, tememos que algunos acaben muriendo de viejos en Son Reus», lamenta. «Les salva que ya no hay sacrificio», añade.
En el caso de Max y Atena, como en muchos otros, Peluditos de Son Reus colabora económicamente con los adoptantes para facilitar su salida. «Estamos encantados de pagar parte de gastos como las vacunas o la licencia, en el caso de perros potencialmente peligrosos», asegura Elvira, quien adelanta que los próximos desfiles para conocer a veteranos de la perrera tendrán lugar el 7 de junio en Son Reus y el 31 de mayo en Fan Mallorca. Allí, todos los interesados en adoptar podrán tener su primer contacto con magníficos animales como Kira, Golfo, Marco, Nico, Fiona, Turbi y Vela, todos ellos viejos conocidos en Son Reus.