Colas interminables en Son Moix por los campus deportivos: «A las cuatro de la madrugada había 85 personas»

Durante la noche del domingo y la madrugada del lunes, la gente comenzaba a hacer fila con sillas y mesas para aguantar la espera

IME

Varias personas trajeron sillas y mesas para aguantar la espera toda la noche.

| Palma |

«Desde la siete de la tarde del domingo ya había gente haciendo cola y con sillas para pasar la noche ahí. Yo creo que hay un problema». Con estas palabras comienza el testimonio de una madre que, este año, tenía intención de apuntar a sus hijos a los campus deportivos de verano que organiza el IME. Este lunes 14 de abril comenzaba el proceso de inscripción presencial, que sorteaba el 50 por ciento de las plazas. A fin de asegurarse una plaza, quiso ir a lo seguro y a las 4 de la madrugada se presentó en Son Moix para inscribir a sus dos hijos. Para su sorpresa, no solo ya había gente comenzando la cola, sino que la misma ya daba la vuelta al recinto y varias personas descansaban en sillas y mesas plegables, pues los primeros llevaban desde la tarde del domingo esperando.

«Yo cuando llegué a las 4:45 de la madrugada ya habían 85 personas delante, y muchas de ellas han pasado la noche en Son Moix porque llegaron a las 19:00 de la tarde del domingo a empezar la cola», habla preocupada la madre, quien añade que se trata de un hecho «inaudito». «Otros años, cuando mi cuñada iba a apuntar a mi sobrino venía de trabajar a las 15:00 a inscribirlo y había plazas. La situación se ha complicado mucho», apunta.

Y es que las imágenes no dan lugar a dudas: gente con neveras portátiles para poder comer sin irse de su sitio, otros que se fabricaron camas improvisadas a partir de hamacas y sillas plegables, y tampoco faltaron las mantas para aguantar las frías temperaturas de la noche, todo para que los más pequeños no se queden sin su plaza para este verano.

A pesar de que la madre se dio por vencida y decidió no hacer la cola, por miedo de quedarse sin plaza, sí que quiso acercarse al principio de la fila para saber el orden de la misma y conocer el por qué este año ha sido tan larga. «Los que estaban al inicio me decían que no tienen alternativas para dejar a sus hijos, porque estos campus tan solo cuestan un tercio del precio de lo que cuestan otras escuelas de verano», explica, añadiendo que «estos cursos solo me costarían 367 euros un mes entero, que seguramente no me cubre ni una quincena del campus del colegio donde van. Honestamente me parece denunciable y una locura».

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