José Ortega y Gasset (1883-1955) escribió: «El reconocimiento de un error es por sí mismo una nueva verdad y como una luz que dentro de éste se enciende». Es este un texto muy sugerente sobre el error reconocido. Ortega nos lo define como «una nueva verdad», «como una luz».
Cuando sabemos reconocer un error propio se enciende en nosotros una nueva verdad y aparece en el mismo error una luz que nos puede orientar de cara al futuro. Esta visión positiva del error reconocido es enormemente atractiva y sabia.
Que los errores cometidos no nos desmoralicen, sino que nos sirvan de acicate para reencontrar una verdad y una luz nuevas que nos ayuden a cambiar de conducta. Saber reconocer nuestros errores es, en realidad, una fuente de sabiduría. En los errores reconocidos hay verdad absoluta y luz. Tengámoslo muy en cuenta.