Nuestro admirado Iago Negueruela ha decidido ocupar el verano en intentar que Gabriel Le Senne dimita como presidente del Parlament. Igual cree que su destitución supondría algún tipo de desgaste a Prohens porque estoy convencido que no le interesa lo más mínimo la presidencia del Parlament. Dice Negueruela que no hay precedentes en que un presidente de la Cámara pueda estar imputado, en el caso de Le Senne por un delito de odio al romper una fotografía de Aurora Picornell.
Imagino que Negueruela tiene unos asesores con muy poca memoria histórica. O muy mediocres. Recuerden que hace unos meses el portavoz socialista decía indignadísimo y extremadamente enfadado que tampoco había precedentes cuando Vox rechazó inicialmente aprobar el techo de gasto del Govern, olvidando que su partido ni siquiera presentó en el Parlament los presupuestos del 2010 porque se quedó sin el apoyo de UM. Pues como parece que nadie le cuenta lo que ha ocurrido en esta Comunitat en los últimos 40 años, me da la oportunidad de recordarle varios episodios mucho más graves que el lamentable incidente protagonizado por Le Senne.
Seguramente Negueruela no sabe que el mismo año que Antich y Manera decidieron no enviar al Parlament los presupuestos de 2011, la entonces presidenta de la Cámara, Maria Antònia Munar, llevaba tiempo investigada por Can Domenge y por otros casos de extrema gravedad. Las noticias que iban apareciendo a diario eran gravísimas y nunca hubo la más mínima preocupación por parte de la izquierda, que solo estaba pendiente de los tres votos de UM en el Parlament. Cuando Munar fue imputada, dimitió. No se la obligó a hacerlo. Y lo hizo dos días antes del Día de la Comunitat Autónoma. A la siguiente legislatura ocurrió un hecho similar, aunque ni mucho menos tan grave como el caso de Munar. Pere Rotger dimitió como presidente del Parlament al ser imputado por un caso por el cual finalmente no fue juzgado. Por lo tanto, es un bulo decir que nunca un presidente del Parlament había sido imputado. Le Senne puede ser el tercero. Si finalmente lo imputan, claro.